Las baterías recargables provistas con varios de nuestros equipos Pasco son de la más alta calidad que se puede conseguir en el mercado. Sin embargo, no son eternas y precisan un trato cuidadoso.
Bajo condiciones de trabajo adecuadas, estas baterías pueden desempeñarse satisfactoriamente a través de 500 a 1000 ciclos de carga y descarga.
Al final de su vida útil, no deben ser descartadas con la basura común, sino que debe disponerse de ellas en los centros de recolección de pilas y baterías usadas con que muchos municipios y ONGs, afortunadamente, han poblado el país.
Todas las baterías recargables exhiben un efecto de histéresis o memoria, por el que su desempeño actual depende, no sólamente de la última carga que recibió, sino de cómo fueron sus ciclos de carga y descarga anteriores.
Si la batería se somete a ciclos de descarga y carga incompletos, o si permanentemente se le solicitan corrientes inferiores a su capacidad nominal, puede resentirse la capacidad de carga total y disminuir la corriente máxima que es capaz de erogar.
Esta memoria, particularmente notable en las viejas baterías recargables de Ni-Cd, ha sido muy atemperada en las nuevas baterías de Ni-MH, y hasta es posible recuperar las capacidades de carga de baterías que han sido maltratadas a través de una adecuada "ejercitación", ejecutando ciclos de descarga y carga completos con corrientes próximas a las nominales.
Teniendo esto en cuenta, es posible dejar nuestros aparatos permanentemente conectados a la red mientras que se efectúan trabajos normales de laboratorio, teniendo la precaución de "ejercitar" las baterías cada uno o dos meses, o antes de tratar de hacer un trabajo de campo, en el que será útil contar con la autonomía máxima del equipo.
El talón de Aquiles de todas las baterías recargables, viejas y nuevas, es la descarga completa. Si esta se produce, la batería queda seriamente dañada y es prácticamente imposible recuperarla.
Una celda de Ni-MH completamente cargada entrega corriente a la vez que mantiene una diferencia de potencial de 1.2V entre sus bornes. Esta ddp disminuye a medida que la celda entrega su carga.
Si se traspone el umbral de 0.9V por celda, esta comienza a sufrir daños irreversibles, por lo que nuestros equipos pasan automáticamente al estado de Stand by (dormidos, con bajo consumo de corriente), bastante antes alcanzar el mismo. La descarga continúa, pero a un ritmo mucho más lento, dándole 2 o 3 días de gracia para efectuar la recarga, sin perder datos ni dañar las baterías.
Si un equipo va a estar fuera de uso por un tiempo prolongado (más de un mes), antes de guardarlo debería cargar su batería completamente y luego desconectarla.
En los equipos viejos la desconexión tendrá que ser física, mientras que en los más nuevos ésta puede efectuarse accediendo al menú de apagado completo en la manera que se indica en el manual de usuario.