- La velocidad o tasa de refresco (o FPS: Frames per Second o Tramas por Segundo) de una cámara de videomicroscopÃa depende crÃticamente de la iluminación
- Las cámaras que no tienen diafragma iris (como casi la totalidad de las de microscopÃa, porque precisan aprovechar hasta el último fotón disponible) regulan la exposición a través del tiempo.
- Cada pixel se va llenando con los electrones que liberan uno de cada N fotones de la longitud de onda adecuada que atrapan y, cuando se alcanza la condición de exposición adecuada (en general, que algun/os de los pixeles haya llegado a la saturación de blanco o un poco antes) se dispara un gatillo que lee y vacÃa el contenido de todos los pixeles.
- Cuando la luz es poca, la cámara hace más espaciadas las lecturas
- Por este motivo es que algunos software de videomicroscopÃa (no el Motic Images Plus pero sÃ, por ejemplo el Proview de Optika o el Zen de Zeiss) expresan la exposición en milisegundos, que es el tiempo que queda cada pixel en espera de fotones antes de ser leÃdo y vaciado
- Una vez conseguida la iluminación suficiente, el siguiente cuello de botella es el canal de comunicaciones con la PC. Esto está afectado por el propio hardware de la interfaz de la cámara, el cable USB, el puerto de la PC, la capacidad de proceso de la mother y la eficacia que tenga cada software para adquirir, procesar y grabar los datos
- Si este punto no plantea un cuello de botella porque, p. ej. mother y procesador son rápidos (generalmente lo son), se aprovecha el protocolo USB3 que tiene gran ancho de banda, etc la limitación última surge de la velocidad con que el hardware interno de la cámara es capaz de leer pixeles y volcar su memoria de buffer al canal de comunicaciones
- Este valor último de velocidad que no se puede superar, estando el resto de las condiciones dadas a satisfacción, es la especificación de FPSs que publican los fabricantes
